SEGUNDA HISTORIA: BERNABÉ, EL NIÑO MÁS FEO DEL MUNDO

BERNABÉ, EL NIÑO MÁS FEO DEL MUNDO
Bernabé no era un mal niño, pero eso si, feo, lo que era feo, lo era con con cojones. Era tan feo que su madre lo tenía día y noche encerrado en un sótano cosiendo balones con un casco de moto puesto para que cuando le llevase la comida(patatas cocidas, pienso compuesto y sobras varias) no vomitar de asco al verlo.
Bernabé como no hacía otra cosa que coser balones y pelársela, adquirió una tremenda destreza en ambos quehaceres, lo que le hizo ganar varios años consecutivos los campeonatos de "corte, confección y masturbación" allá en la lejana, entrañable y no menos peligrosa Conetica.
Harto de vivir en un sótano y de ver como su familia se hacía rica a base de los balones que el cosía, decidió una mañana que era el momento de ver mundo(eso si, sin quitarse el casco. Una cosa era ver mundo y otra que el mundo lo viera a él.).
La aventura comenzó tres meses después de planteárselo, ya que antes de llegar a la ciudad ocurrieron una serie de incidentes: Se perdió docenas de veces en el sótano cuando intentó salir de él, el asesinato de sus progenitores a palos, la pérdida de una mano cuando daba de comer a una aparentemente inofensiva y descarriada lichona silvestre, tres matrimonios rotos, numerosas detenciones por escándalo público y conducción temeraria, ect...
Por fin llegó a la ciudad. Los primeros meses fueron los mejores y muy pronto hizo amiguitos de su edad con los que pudo compartir sus juguetes, sus cromos y las drogas que le sobraban. También conoció el lado amargo de la urbe:hambre, miseria, multas de tráfico, exposiciones periódicas a radioactividad...
Harto de ver desigualdades fundó junto a sus amiguitos un grupo ecologista para salvar a la humanidad de si misma. Dicho grupo estaba formado por Bernabé como lider indiscutible, Sebastián, que se ocuparía de la logia de la organización, Luisito, que tenía una moto y en ella podían ir a los sitios y Froilán, que se encargaba de las drogas y los bocadillos.
Su primera acción fue un fracaso total. Hicieron una sentada frente al ayuntamiento pidiendo el cese de la matanza indiscriminada de lechuzas coreanas, cuando una serie de hombres uniformados los acribillaron a balazos por no respetar las horas de silencio, ya que eran las tres de la tarde.
Fueron enterrados a los cinco minutos del tiroteo en el parque más cercano por la misma policía, y aquí no a pasado nada.

MORALEJA:HEY, HO. LET´S GO.